Al principio era el Verbo,
y con el barro de la palabra
fui modelando tu cara
y creándote verso a verso.
Dije: "sea castaño tu pelo;
la tez de tu rostro, clara;
llevarás mi vida en tus entrañas
mientras yo te cubro a besos".
Y vi que tu ser era perfecto
y dijo Dios: "¿a qué juegas?
Tú no eres más que un poeta,
Yo Soy quien rige el universo".
E hizo humo tu recuerdo
y nada más rayada el alba
me privó de tu mirada
y desperté de mi sueño.
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