Nuestro motivo

¿Motivo hay más poderoso
que buscarnos con los labios,
hablarnos con las manos
y devorarnos con los ojos?

El "corre" se torna "despacio",
doquiera que el deseo nos lleve
y la inmensidad se troca en leve
si vamos de la mano.

Y bien que esperar es vano,
se dice que la espera duele,
¡qué deleite seguir soñando
que nuestras almas se encuentren!

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