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Me abruma la cantidad de blogs sobre escritura que inundan las redes. No es que me parezca mal, son un recurso tan válido como cualquier otro y los hay muy buenos (que levante la mano quien no siga alguno), es solo que me asusta que cualquiera va y se autoproclama gurú y sabe que acabará teniendo una cohorte de seguidores dispuestos a creer ciegamente en todo lo que dice. Y luego pasa lo que pasa.
¡Ojo! No me refiero a profesionales cuya seriedad está fuera de toda duda. Me refiero a supuestos entendidos que no han escrito ni publicado nada en su vida y que se dedican a dar lecciones sobre cómo hemos de hacerlo los demás. Y estos tipos (y tipas) venden por cientos ebooks con títulos tan arrolladores como: «escribe tu bestseller», «cómo ser un autor de éxito» o «vivir (bien) de la escritura». Me he inventado los títulos, pero es lo que venden estos gurupollas: humo. Sacacuartos sin escrúpulos, eso es lo que son, así que llamémosles por su nombre.
¿Qué es el éxito? Tenes tres segundos para responder a esta pregunta. Tres, dos… ¡uno! ¿Fama? ¿Dinero? ¿Poder? Te voy a repetir la pregunta: ¿Qué es el éxito? Seguro que lo que representa para ti poco o nada tiene que ver con lo que significa para mí. Y es que el éxito es algo subjetivo… y, según lo que pienses de él, difícil de alcanzar.
Si quieres dinero, hazte futbolista o búscate otro oficio más rentable que la letra. Si buscas fama (la palabra correcta sería «popularidad», la fama es otra cosa) preséntate a un casting de «La Voz» o «Gran Hermano». Si quieres poder dedícate a la política.
Escribir no te va a dar nada de eso. Puedes tener un golpe de suerte, claro, pero a menos que te dejes las cejas en la pantalla eso no va a ocurrir. Además, cuando veas que las tienes quemadas y el dinero, la fama o el poder no han llegado, te frustrarás y pensarás en dejarlo. Probablemente lo dejarás. En fin, no sigo.
No, el samarugo no pretende dar lecciones a nadie, ni siquiera a sí mismo. En este blog hablaré de mi yo escritor, de mis desvelos y de mis alegrías, compartiré contigo textos, poemas, reflexiones y algunos recursos útiles. Pero no te daré lecciones, ¿quién soy yo para ello? Si eres inteligente seguro que sacarás algo de provecho, más de mis errores (que son muchos) que de mis aciertos (los menos).
Tal vez pienses que soy un narcisita y un egoísta. ¿Qué le vamos a hacer? Algún gurú dirá que esta no es la manera correcta de llevar un blog. Correré ese riesgo.
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